Sopa de Cabra estableció rápidamente su reputación de banda fundamental del rock catalán con sus dos primeros discos Sopa de Cabra (1989) y La roda (1990), además de un histórico concierto en el Palau San Jordi en 1991. Tras desconcertar a sus seguidores con el álbum cantado en español Mundo Infierno (1993), el grupo supo recomponerse gracias una serie de trabajos que obtuvieron el reconocimiento de la crítica y el público durante los noventa. Inicialmente disuelto en 2001, el grupo volvió a reunirse primero en 2011 para ofrecer una serie de conciertos especiales y nuevamente en 2015 para retomar la actividad con el lanzamiento de Cercles. La gran onada le siguió en 2020.