Los beats de Danny Wolf mezclan bajos retumbantes con melodías que aclaran el alma. Son el resultado de la influencia de Atlanta, la cuna del trap, a donde llegó de niño desde México, y de su crianza profundamente religiosa, así como de Wacka Flocka Flame y Lex Luger. Como solución frente a la incertidumbre que rodeaba al joven migrante, Danny Wolf apostó por la música con la fe que aprendió de su madre. Funcionó: además de consolidar su identidad en sus álbumes Night of the Wolf (2019) y Dark Nights in Paradise (2021), las pistas sencillas y potentes que salen de su habitación han acompañado el ascenso de raperos como HoodRich Pablo Juan y Ugly God.