A principios de la década de los 70, George Winston fue descubierto por la leyenda de la guitarra norteamericana, erudito musical y dueño de Takoma Records John Fahey, quien inmediatamente le ofreció un contrato para lanzar lo que sería su primer disco. Desde entonces, este pianista ha seguido puliendo su ya inconfundible estilo para convertirse en uno de los más sólidos pilares del new age instrumental. Sus piezas se caracterizan por un claro y sencillo sentimentalismo que puede ser tan conmovedor como relajante. Te invitamos a comprobarlo.