Soledad
Playlist - 21 Songs
El ascenso de Aigul Akhmetshina al estrellato ocurrió a una velocidad impresionante. La mezzosoprano rusa, originaria de un remoto pueblo en la República de Baskortostán, es una de las artistas más solicitadas en las principales casas de ópera del mundo, algo que se refleja en su ajetreada agenda de viajes intercontinentales. Aunque Akhmetshina claramente se nutre de la energía que genera hacer música con otras personas, esa fuente necesita recargarse con períodos de retiro en soledad. “Como alguien que suele ser muy activa”, comenta a Apple Music Classical, “necesito esos momentos de calma, especialmente después de terminar un gran proyecto”. La lista de reproducción de Akhmetshina ofrece un espacio para reflexionar sobre el poder de la música para despejar la mente y abrir el corazón. “En Soledad, reúno música que me ayuda a encontrar paz y calma”, comenta. “Es mi manera de invitar a las personas a tomar un respiro, reflexionar y disfrutar del mundo que nos rodea. Quiero que encuentren sus propios momentos de tranquilidad, abracen el silencio y dejen que la música les ayude a comprenderse mejor”. Su selección musical ofrece una mezcla de profunda quietud y emociones turbulentas. Soledad comienza con la conmovedora interpretación de Jacqueline du Pré del Concierto para violonchelo de Edward Elgar, inquietante pero de algún modo reconfortante. “Esta pieza resuena con los sentimientos de pérdida y anhelo”, señala Akhmetshina. “Sus melodías ricas y expresivas me permiten sumergirme en mis emociones y reflexionar sobre mis experiencias. Escucharla se siente como un abrazo reconfortante durante los momentos de soledad”. Tras despertar fervientes emociones con Wagner y Elgar, Soledad toma un respiro profundo con el atemporal Adagio de Samuel Barber. “Esta composición es una hermosa expresión de tristeza y esperanza”, reflexiona Akhmetshina. “La elijo porque sus melodías suaves pero poderosas me recuerdan que está bien sentir y procesar emociones difíciles. Crea una atmósfera serena que me permite conectar con mi interior”. Emociones catárticas fluyen a través de la interpretación de Akhmetshina de “¡Va! Laisse couler mes larmes” (“¡Ve! Deja fluir mis lágrimas”) de la ópera Werther de Jules Massenet. “Esta aria habla al corazón del anhelo y la vulnerabilidad”, observa. “Captura la esencia de la emoción humana y el delicado equilibrio entre la alegría y la tristeza. Me permite compartir mi propio viaje, conectando con quienes han sentido emociones similares”.
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