Durante seis años se dedicó a la producción de artistas surcoreanos y fundó su disquera, hasta que se decidió a debutar como artista. Fue con "My Name Is Ra.D", donde cuenta una historia de enamoramiento y ruptura fusionando sonidos que van del hip-hop al soul, con coqueteos con el R&B. De vuelta a la escena en 2008, siguió publicando álbumes conceptuales con letras inteligentes y ritmos que llevan su original sello, hasta el punto que ahora ya son muchos los artistas que lo buscan por su maestría mezclando y masterizando. Esta playlist te mostrará su talentoso eclecticismo.