Durante años, hasta el colapso de la Unión Soviética, la música de Lituania fue eclipsada, e incluso suprimida. En la actualidad, su vibrante legado se mantiene en desarrollo gracias al protagonismo de nombres como Gidon Kremer y Marc-André Hamelin. Aquí podrás disfrutar de la música lituana del último siglo y medio en toda su amplitud y profundidad, de la exuberancia del romanticismo tardío en la “Elegía para violín y orquesta de cuerdas” de Dvarionas, al rico refinamiento de la Sonata para piano de Godowsky. Destaca también el encanto (tanto en su música como en su reconocida obra pictórica) de Čiurlionis por sus tintes folclóricos, al igual que los perturbadores universos sonoros que relata “De profundis”, de la compositora contemporánea Raminta Serkšnyté.