El primer sencillo de Declan McKenna no podía haber tratado un tema menos habitual en el pop. “Brazil”, que el británico grabó con sólo 16 años, es una ácida denuncia contra la corrupción de la FIFA y la organización del Mundial de 2014. En los años siguientes, el cantautor británico no ha perdido su actitud crítica, con denuncias que van del comercio internacional de armas en “British Bombs” a la exclusión de los jóvenes del debate político en “The Kids Don't Wanna Come Home”. Con la reciente “Be an Astronaut”, McKenna se adentra en los exuberantes paisajes sonoros de Bowie sin perder ni un gramo de frescura.