En el universo de Txarango, el reggae, el ska, la rumba y los ritmos latinos envuelven ricas melodías, unos arreglos muy cuidados y una colección de letras repletas de historias cotidianas y buen rollo. Esos son los ingredientes de una aventura que empezó en 2010, en un piso de estudiantes del Gótico barcelonés, y que cierra el círculo una década después, tras publicar De Vent i Ales. Nos dejan un legado repleto de buenas canciones y enormes directos. Sin duda, una banda clave dentro de la escena del mestizaje en catalán.