En las canciones de Riccardo Fabbriconi, rotundas mezclas de trap, espíritu punk, ritmos dance y afilado instinto melódico, es difícil adivinar su infancia en un pequeño pueblo de Brescia, rodeado de los discos de Lucio Dalla que sonaban en su casa sin parar. Una escucha más atenta, sin embargo, revela la influencia de los grandes de la canción italiana en himnos como la despedida a un amor tóxico de “Notti In Bianco” o los ecos psicodélicos de “Ladro Di Fiori”. Blu Celeste, su debut de 2021, confirma que no estamos ante un simple discípulo italiano de Youngblud o Machine Gun Kelly, sino que sus canciones, muchas compuestas a medias con Michele Zocca, nos llevan a un espacio lírico y musical absolutamente propio.