Cody Johnson sorprendió en el año 2016 en las listas de ventas estadounidenses con su álbum Gotta Be Me. Para entonces, de todos modos, ya llevaba a sus espaldas cantidad de discos autoeditados repletos de tonadas country, un honky tonk genuino sobre arreglos rockeros. Es un músico tejano hasta la médula que vive al cien por cien el espíritu del cowboy. Su catálogo engloba canciones con mucho ritmo de temática sureña, como la vida en el rancho o las noches de bar, así como sensibles baladas románticas que incorporan sutiles slide guitars e incluso violines.