La música de Rodrigo Cuevas, quien se define como “agitador folclórico” desde sus comienzos a mediados de los 2010, se mueve entre la tradición popular, sobre todo la asturiana, la electrónica y géneros tan olvidados como el cuplé. Su visión del folclore es la de un género vivo, como demuestra el poso reivindicativo de muchas de sus canciones, a menudo centradas en los derechos LGTBIQ+ y el abandono del medio rural. Además de álbumes de variedad caleidoscópica y colaboraciones con referentes de la escena contemporánea como Raül Refree, Cuevas ha llevado su música por escenarios de toda la península en montajes teatrales que combinan ánimo provocador con fina ironía y un expansivo sentido comunitario.