Desde comienzos de los 2000, ha dejado huella en la cultura pop como cantautor. Tras años actuando con su banda en locales de la ciudad de Nueva York, el talento de Gavin llamó la atención del director general de J Records, Clive Davis, con quien grabó su primer álbum en 2003. Su debut, Chariot, incluye éxitos como “I Don't Want to Be”, que sorprendieron al público y la crítica con su fuerza y carisma. Desde entonces se ha posicionado como un artista que le canta al amor. Su apasionada voz con tintes de R&B, su rango vocal y sus memorables melodías de piano lo convierten en un talento al que no hay que perder de vista.