La joven y talentosa violinista Chloe Chua ha creado una playlist con las obras musicales que la acompañan siempre que necesita aliviar el estrés de su vida como solista. “A veces”, dice Chua a Apple Music Classical, “todo lo que necesitamos es hacer una pausa y tomar un respiro en este mundo tan agitado y lleno de acontecimientos. Estas son algunas de las piezas que escucho cuando hago una pausa en mis sesiones de práctica o ensayo; realmente me reconfortan y me ayudan a relajarme en ciertos momentos”. Algunas piezas transmiten una sensación de tranquilidad inmediata, como la primera pieza de los Lieder ohne Worte de Mendelssohn o la ligera y relajada Dreamland de Alexis Ffrench, a la que Chua describe como “una de mis piezas modernas favoritas”. “Es muy terapéutica y reconfortante", explica Chua, "especialmente después de un día ajetreado. Encuentro consuelo en la forma en que ilumina mis días. Espero que quienes la escuchen puedan sentir lo mismo”. El poder reconfortante de una pieza musical adquiere un significado aún más profundo cuando, aunque sea por un instante, nos acompaña en esos momentos de duda que todos enfrentamos ante los golpes de la vida. Puedes percibirlo en los pasajes melódicos del Impromptu en sol bemol mayor de Schubert, interpretado por el legendario pianista Vladimir Horowitz; en la envolvente apertura de la Sonata para violín de Franck, en la versión de David Oistrakh; o en el emotivo movimiento lento del Concierto para piano No. 2 de Rachmaninoff, que la violinista describe como una pieza con “un tono solemne pero ligero que nunca deja de tranquilizarme”. Escucha la grabación favorita de Chua, con la que siente “una conexión especial”, interpretada por el pianista polaco Krystian Zimerman.