La música clásica está llena de talentos con una técnica apabullante, pero sus grandes intérpretes invierten alma y corazón en su arte. Desde que apareció en la escena internacional en 2011, la pianista italiana Beatrice Rana ha demostrado esas cualidades al interpretar obras legendarias con una maestría que delata un entendimiento histórico y exhaustivo de cada obra. Rana causó sensación con su exquisita lectura de las Variaciones Goldberg de Bach cuando tenía sólo 23 años, cuyo fraseo pareciera ser de una persona con mayor experiencia. Ha demostrado igual autoridad con obras del siglo XX y evocado un cierto esplendor orquestal al tocar transcripciones para piano de los ballets de Stravinski.