La seriedad mostrada por U2 en álbumes como The Unforgettable Fire y The Joshua Tree apenas podía reconocerse en Pop (1997), una exploración audaz de dance, electrónica y vida nocturna, tan sólo insinuada en Achtung Baby y Zooropa (1993). PopMart, su gira de 1997 y 1998, era una extensión más exagerada y absurda del comentario sobre el comercialismo de Zoo TV, aunque no dejaba en claro de qué lado del debate se situaba el grupo de rock con evidentes ventas millonarias. Los integrantes llevaban músculos falsos (excepto el baterista Larry Mullen Jr., pues los suyos eran de verdad) y tocaban bajo un arco dorado con una gigantesca nave espacial que parecía una bola de espejos en forma de limón en la que a veces los músicos quedaban atrapados, al estilo de Spinal Tap. U2 nunca había intentado algo así, ni lo ha vuelto a hacer, y ahora puedes revivirlo a través de un repertorio que salpica canciones clásicas como “Mysterious Ways” con un poco de diamantina.