Pocas canciones evocan el lado más hedonista del synth pop ochentero como “You're My Heart, You're My Soul”, el éxito que convirtió a los alemanes Modern Talking en iconos de un sonido que bebía tanto de la nueva ola anglosajona como del eurodisco de los 70 y la tradición festiva del schlager. En su primera etapa, nos dejaron media docena de álbumes de melodías burbujeantes y bases electrónicas que podían pasar de la euforia a la melancolía en un parpadeo. Su regreso a finales de los 90 volvió a demostrar la inevitabilidad con la que el pop se apoya en los sonidos del pasado para inventar su presente, pero lejos de mermar el legado del dúo, sumó nuevos hits a una fórmula ya clásica.