Algunas veces el talento se lleva en la sangre, así lo demostraron los hermanos Catherine y Maxime Le Forestier al formar un dúo tan talentoso que pronto atrajo la atención del mismísimo Georges Moustaki. Tiempo después, Cat se volvió cantante de Moustaki y Maxime comenzó su carrera en solitario con el éxito “Ballade pour un traître”. Tras pasar un tiempo en las comunidades hippies de San Francisco, Maxime se enfocó en escribir folk. Alejado de las convenciones de la canción ligera francesa, el cantautor creó un estilo propio sin alejarse de la tradición musical de su país.