La de Sayan Zhimbaev es, junto a la de sus excompañeros de Jillzay y la de su cómplice habitual Skriptonit, una de principales voces encargadas de situar el rap kazajo en el punto de mira de los aficionados al género que no se conforman con escuchar lo de siempre. Duro y directo, Truwer basa el innegable poder de su pegada en el flow veloz y certero sobre el que desgrana sus historias de desencanto, angustia y superación, narradas con la mezcla de orgullo y humildad de quien conoce de primera mano aquello de lo que otros solo presumen.