“Toda la gente que conoce a las comunidades aborígenes sabe que nos encanta la música country”, le cuenta Miiesha a Apple Music. “Crecimos con esos sonidos y alimentan la nostalgia. Me parece que es por las historias que narran”. Aunque los temas de esta cantautora son más cercanos al R&B que al country, su comentario refleja la importancia que tiene el género. Figuras del country estadounidense como Hank Williams se ganaron la adoración del público en comunidades remotas de Australia. En los años 50, los pioneros Vic Simms y Jimmy Little grabaron canciones dándole voz a la vida en el campo. Durante las décadas siguientes, artistas como Kev Carmody, Troy Cassar-Daley y Ruby Hunter continuaron esa herencia cultural en melodías interpretadas con guitarras e instrumentos tradicionales. Después llegaron Dan Sultan, Emily Wurramara y Thelma Plum, agregando ritmos de pop, rock y folk, mientras hablaban con honestidad sobre sus miedos y los anhelos que tienen para el mundo que nos rodea. La esencia está en la magia que surge al contar sus historias, un arte que hace latir el corazón de las culturas ancestrales.