A pesar de sus profundas raíces irlandesas, la música de Ina Boyle se alinea con la de los compositores ingleses de su época. No es de sorprender, ya que fue alumna de varios destacados músicos británicos, entre ellos Vaughan Williams. Podrás escuchar ese estilo rapsódico, cercano al de Vaughan Williams, en las obras orquestales de Boyle, como The Magic Harp, un poema sinfónico que le dio proyección internacional en 1920. Entre sus otras piezas orquestales destaca la Sinfonía No. 1 “Glencree'”, un retrato del valle entre las montañas de Wicklow, en la costa este de Irlanda, también cargado de la influencia del canto folklórico. Estas cualidades se aprecian igualmente en su música de cámara, como en el fluido Cuarteto de cuerdas en mi menor. Más allá de la música puramente instrumental, Boyle también destacaba en el arte de la canción, como lo demuestran sus conmovedoras musicalizaciones de poemas de Walt Whitman, en A Last Invocation; de Robert Bridges, en Since thou, O Fondest and Truest; y de textos tradicionales irlandeses, como en Sleep Song, la pista final de esta lista.