Triste Domingo

Triste domingo,

Mis horas son largas

E innumerables las sombras que me acompañan;

Pequeñas flores nunca te harán despertar,

Mientras tú sigas dormido en ese carruaje que te ha de llevar.

Domingo triste, triste domingo,

Mi corazón decidió dejarlo todo,

Y si los ángeles no te piensan regresar

Se enfadaran cuando sepan que te quiero acompañar,

Triste domingo, triste domingo, triste domingo.

Domingo triste,

Pronto habrán velas,

Dejemos que lloren y sepan: me voy alegre,

La muerte es un sueño y en ella te acariciaré,

Y en el respiro final de mi alma te bendeciré,

Triste domingo, triste domingo, triste domingo.

Triste domingo,

Te vas dejando el cuerpo dormido,

Flores blancas tu cuerpo abandonan,

Rodea el rojo olor de la sangre que dejas

Derrotando la vida, elevando a la muerte,

Las velas se encienden, funeral!,

Amargura, llanto y dolor de mi cuerpo entre copas,

Soledad, soledad, soledad.

Ya no hay nada, ya no hay nada aquí,

No hay ríos ni bosques, recuerdos,

Solo veo flores blancas pintadas con la sangre de las vidas fugadas.

Dos almas danzantes olvidando el dolor,

Perdidas del tiempo, alejadas del rencor, ya no hay nada.

Mi cuerpo se ahoga en el mar de tu recuerdo.

 

Triste domingo, triste domingo, triste destino.