Caemos como cae un ángel

Somos muñecas rusas Caemos como cae un ángel Somos un montón de excusas Somos nuestra propia cárcel A veces parece que nos crecen alas Volamos como las noticias malas Otras veces nos hundimos No me digas cómo Se arrastran por el fondo nuestros pies de plomo Somos sombreros al viento A merced de las tempestades Siempre me ha faltado tiempo Para desactivar las verdades A veces la culpa nos mancha las manos Muerde si nos acercamos Otras veces nos espera un lecho de plumas Agua limpia de olas y espuma Somos los pilares roídos Del templo en las colinas Somos reyes desconocidos Con nuestra corona de espinas A veces nos juegan malas pasadas Este motor con las pilas gastadas Somos un engranaje con piezas rotas Palabras huecas Desafinadas notas Somos aire, somos tierra Somos una causa perdida Afilamos los dientes de sierra De nuestra propia vida A veces creemos que estamos solos Y en la recompensa del abandono Otras veces perseguimos una quimera El destino incierto de la carretera Somos conscientes de nuestras heridas Como del fin de lo que empieza De las idas y venidas Del fantasma de la tristeza Somos puntos suspensivos Somos todo lo que se ha ido Somos paz y somos guerra Somos lo que los secretos encierran En las cimas de las montañas En lo profundo de los valles En la tela de araña De estas viejas calles Somos un salón de pasos perdidos El débil susurro de los latidos En la inmensa noche no somos nada El eco hueco de una carcajada El tamaño de nuestros asuntos Es el de un destello imperceptible Un cauce poco profundo La ingravidez de un imposible A veces nos perdemos sin darnos cuenta Como las gaviotas en la tormenta Parece que no tenemos prisa Que no hay nada más allá de esta suave brisa Nos movemos fuera de temporada Por los alrededores de gasolineras Con bares de ventanas tapiadas Y billetes de ida en la cartera A veces tropezamos en un descuido Nos partimos en dos con un chasquido Otras veces no sé hacia dónde vamos Somos lágrimas cayendo en mares lejanos No te rindas, sigue adelante Se han quemado los puentes Cálzate tus botas de ante Y respira lentamente A veces podemos cambiar las cosas Como la luz en las baldosas Otras veces no tuvimos suerte El paraíso era un antro de mala muerte Somos pájaros heridos Y caemos como cae un ángel Somos polvo, somos ruido Que el atardecer esparce A veces nos vamos poco a poco Nos quedamos varados fuera de foco Otras veces lo intentamos con todas las fuerzas Cruzamos los dedos para que nada se tuerza