La Utopía en que Vivimos

Ya no pesca el marinero, ya no tiene nada que pescar,

el dinero lo ha comprado todo y lo ha gastado ya.

Hoy los misioneros de la envidia, la avaricia y el poder

tienen prisioneros a lo humano, la justicia y el saber,

y no pueden ver la luz del sol;

la tapó una nube oscura.

Hay un manto gris en las alturas que no deja respirar,

el olor a flores se acabó, ya no queda más.

Santas escrituras que idiotizan no te dejan ver

que la vida eterna es siempre breve.

Morirán las hojas a tus pies,

morirán los ríos por delirios de la estupidez.

Morirá el océano de sed,

será de polvo y alquitrán todo lo que ves.

Se viene abajo el deseo de cuidar de un mundo tan feo,

ha roto el cielo a llorar.

Ya no se atiende a reír ni el tarareo del mar,

somos esclavos del tiempo

que no nos deja vivir, la deuda que hay que pagar

nos hace nacer debiendo.

Mojado en sal un cuerpo de niña flotando en el mar.

Qué lejano el horizonte si la muerte va detrás.

Si la parca va en tu barca

bailará hasta naufragar.