Con rumbo al N norte va en 206 del gran hombre
El señor de sombrero es de marca tal vez, a veces de cordones
El pariente lo guía pa' que pise y que no resbale
En el que se espantó el señor y nunca me dio un implacable
Lo cuidan a morir
Dentro de su jurisdicción, domina el señor a la gente
Con su esfuerzo la conquistó; a pulso ganó, ahora le pertenece
Pero esto no quiere decir que no salga de su pedazo
A la hora que él quiera salir prenden el avión de inmediato
Y sin rumbo se va
Trae su equipo para pelear y allá por altar, quién lo sabe
Estricto si va a trabajar, con su gente está si se hacen los agarres
Cuando están dos turnos mejor para no llevarse inocentes
Llega el comando a lo que va a trabajar mientras todos duermen
Y así quejas no hay
Su nombre no me lo aprendí en claves, lo oí y no me acuerdo
Pero cuando lo conocí, supe desde ahí que el era el del sombrero
Y cuando bajó aquel avión se miró una bola de gente
Entre toda esa multitud se vio quién era el presidente
De esa organización
Hombre recto pa' negociar y solo al hablar se le escucha
Que con él no van a jugar, su acento en verdad a varios les asusta
Su aspecto no es de malandrín y trabaja discretamente
Calmado se puede decir, pero siempre bien al pendiente
A la orden del mayor
