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Letra

No te asomes mi niño, me mintieron
Los que pasan marchando enlazados de hambre
Son cesantes y se comen los niños
Y la palabra se quedó en mi oído
Tirante como un relincho
En su vicioso andar, mi trabajada vida
Me privó del destino y quedé yo marchando
Y tal vez alguien cuando apunta la noche
Le dirá a su chiquillo
Si no te duermes pronto voy a llamar al cesante
Y el cesante soy yo que se come los niños
El bautismo maldito se me adentró en el cuerpo
Como hierro sin punta, fuerte, doloroso, lento
Y se me subió al alma y me dejó
Un costurón oscuro donde tuve la frente
Lo sentí maldiciente, cesante
Primo hermano carnal del hambre
Y pariente lejano de la muerte
En cualquier tiempo reventó violento
El sonido que acompaña mis madrugadas andadas
Duro nombre que se da al hombre que no trabaja
Porque no encuentra ocuparse
Cesante, cesante, linda palabra
Tiene un gusto a humillación
Huele a pasto resollao y pesa como una carga
Yo estoy consciente que el hombre
Es animal de costumbres
Fruta que a golpes madura
Pero el golpe del cesante
Más que hacerlo madurar como que tira a pasmarlo
Sí se empieza a comprender
La importancia que merece
Un quintal de harina en rama
El apetito se esconde para que alcancen los hijos
Y caminando en la calle sin tener el norte fijo
Se empieza a apretar el tranco porque cree que lo miran
Y se llena de cansancio por cada puerta que niegan
Y uno se mira las manos
Y dan ganas de ahorcar, de matarse y de matar
Nosotros, los sin trabajo, sabemos reconocernos
Nos ponemos más atentos y miramos con espera
Que la mirada se alarga y hasta sonreímos menos
Que el contento que llevamos
Entre los pliegues del alma
Se va apagando, apagando
Cuánta vida hace que salgo
Cesante mañanero
Retinto de madrugadas
Con la garganta, natre
En busca de una calle
Enemiga de larga
Esperando horas
Estiradas de noche
Para volver de nuevo
Al origen desnudo
De la desesperanza
Buscar el abrigo sombrío
Del vino que enrarece el alma
Darle el grito a los hijos
Y salir a la calle
Al cantar de los gallos
En busca de un aviso
Recibir negativas mezquinas
Y no ser recibido
Y yo, y yo que voy tranquilo
Me tiño de impotencia
Y me pongo agresivo
Y me devuelvo palpitando
El estómago de coraje
Y de miedo por la calle
Enemiga de larga
Sin trabajo, cesante
Los zapatos calientes
Con las manos vacías
El mantel sin cariño
La frente con su marca
Darle el grito a los hijos
Y dormirse despierto
Palpitante el estómago
Y aturdirse en la carne
Que generosa, ausente
Nos entrega la hembra
Mujer sobresaltada
Patrona de la casa
Y cambiamos el pan
Por dos cuerpos jadeantes
Que se matan amando
Hay que amarse con odio
Que el hambre, que el hambre
Está presente
Más que un beso un mordisco
Ya cantaron los gallos
A la calle, a la calle de nuevo
En busca de otro aviso
Lo que pareciera fácil
Se lo fue comiendo el tiempo
Un día con otro día
Fueron dejándome triste
Y me colmaron de ausencias
Marchito de los bolsillos
Se pone rebelde el hombre
Se preña de sinsabores
Se va, se va distinta la tarde
Si se mira descansando
Después de haber laborao
Que centre el sol, sin trabajo
Brazos largos, pies hinchados
Y una brasa en las entrañas
Para matar esa brasa
He tomado de algún modo
Rastro de alimento ajeno
Y según yo considero
Traigo linda mi conciencia
Que el pan no mancha las manos
Mi caso no es por amaño
Que ande de desocupao
Soy de profesión variada
Y no me escondo de una pala
Y sé de la humillación
De andar eslabón de fila
En busca de ocupación
Pero trabajos de apuro
Con apuro se terminan
Y la yegua que yo monte
Trae en el anca un cesante
En vano afirmo la rienda
Pa'l lao que la ladee
El cesante va enancao
Y tiene que llegar el día
Que me dejan sin salario
Y yo, y yo que no sé llorar
El corazón se me aflige
Y agarra un galope corto
Como que quiere sangrar
Y tengo que apartar la vista
De los negros de mi vieja
Ella se muerde los labios
Y yo, y yo me largo silbar
Mi silbido mata el hambre
Mata la envidia y la rabia
Y así me voy deshojando
Consuelo el alma silbando
La sangre del cesante
Parece más espesa
Más espesa y más negra
Y la mirada arisca
Comienza a suavizarse
Y amansada la mirada
Se empieza a escapar la vida
Y eso que vivir es simple
Porque hasta vive un gusano
Vive el padre, vive el hijo
Vive el espíritu santo
Lo espinoso, según creo
Es vivir con cierta anchura
Y un resto de dignidad
Por la grandísima virgen
Yo sé que quiero a mi suelo
El querer a mi terruño
Lo traigo desde nación
Y no sabría explicarlo
Pero cuando lo enumero
Solito se me hincha el pecho
Y se me encima el estrellero
Mi tierra, mi tierra no tiene culpa
De esta herencia centenaria
Y así, cesante, la quiero
Sentirla como la siento
No es cosa de dar razón
En vano voy madrugando
Desde el tiempo de mi padre
En busca de otros patrones
¿De qué me sirven los brazos?
Se secan, se secan si no trabajo
Desde el padre de mi padre
Que anda sangre madrugando
Y hay un cesante en el alba
Ya, ya me voy acobardando
Un cesante madrugando
Quiero sentir otra vez
Que mi negra compañera
Lave la ropa cantando
Y que parta un amasao
Sin regatear con mis cabros
Desde el padre de mi padre
Que anda sangre madrugando
Y hay un cesante en el alba
Ya me voy acobardando
Un cesante madrugando
Quiero sentir otra vez
Que mi negra compañera
Lave la ropa cantando
Y que parta un amasao
Sin regatear con mis cabros
Quiero sentir otra vez
Que mi negra compañera
Lave la ropa cantando
Y que parta un amasao
Sin regatear con mis cabros
Written by: Eduardo Guzman, Gaston Guzman
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