Ojos en la Espalda

Tu vivías en una jaulita de oro Todo lo que tocabas brillaba Donde te apoyabas relucía Todo oro, lo que pisabas valía De adentro tú te veías Jaulita que quizás, todos querían Lo último en tecnología En estreno de diseño La moda al día Pero la libertad no tiene precio Es muy valuable Solamente la vendería un necio La libertad vale tu sangre De todo lo que tengas Ese es tu mayor tesoro, tu libertad Aunque a veces tu extrañes Esa jaulita de oro ¿Cuánto, cuánto vale? Tu libertad, en quilates Dime cuanto, cuánto vale Mi libertad, no vas a comprar Con tu jaulita de oro ¿Cuánto, cuánto vale? Tu libertad, en quilates Dime cuanto, cuánto vale Mi libertad, no vas a comprar Con tu jaulita de oro Podía ser tapa de revistas Sin ponerle empeño Podía comprar lo último En tecnología y diseño Podía si quería nombrarme en un ministerio Pero la libertad seguía Para ti siendo un misterio Del otro lado de la jaula Todo cambia de sabor Los colores no combinan Y no importa la ocasión El perfume me incomoda La moda no me interesa O iría con la escoba a barrer Al concurso de belleza Yo sé que existen noches Que la jaula tu extrañas Pero nadie miente a su corazón Y mucho menos lo engaña Tu palabra siempre recordara El sabor de lo prohibido No quieras volver atrás Creyendo olvidar lo vivido. ¿Cuánto, cuánto vale? Tu libertad, en quilates Dime cuanto, cuánto vale Mi libertad, no me va a comprar Con tu jaulita de oro Si tus alas se abrieron Afuera de los barrotes No abra nada allá adentro Que tu alma alborote No encontraras en tu jaula Ni cielo, ni cordillera No encontraras en tus ojos Infinitas praderas No encontraras tu canto el eco De las montañas Como no es bueno el diablo Ni pierde sus mañas No hay donde cobijarse No hay seguridad, que afuera Naciste en mis sedas Ni colección de otoño y primavera Solo existe la conciencia de quien vuela Entre las nubes sin importar si quiera Si está bajando, si sube Que seguro seria vivir en la jaula de oro Que seguro seria estando triste Estando solo, sin sorpresas Y sobresalto, sin asuntos repentinos Sin el temor, sin el espanto Viviendo sin estar vivo Encontrado pero pedido Incierto destino Navaja de doble filo Vamos, entra al castillo Botaron la llave, cerraron el pestillo ¿Cuánto, cuánto vale? Tu libertad, en quilates Dime cuanto, cuánto vale Mi libertad, no me va a comprar Con tu jaulita de oro