Te entregaste a mí, y entre mis brazos temblabas de pasión,
Y tus suspiros formaban una canción,
Con melodía que no había escuchado yo.
Te entregaste a mí, y mis caricias en tu cuerpo dibujé,
Tú eras niña y empezaste a ser mujer, la mejor agua de tu río la tomé.
Y al amanecer en el lecho aquel, tu cuerpo de niña yo hice mujer.
Y al amanecer en el lecho aquel, tu cuerpo pasaba de niña a mujer.
Y al amanecer en el lecho aquel, tu cuerpo de niña yo hice mujer.
Y al amanecer en el lecho aquel, tu cuerpo pasaba de niña a mujer.
Me entregué yo a ti, y en tu inocente piel derramé mi pasión,
Y aquel momento se ha convertido en
Canción, que no se olvida y para siempre se quedó.
Y al amanecer en el lecho aquel, tu cuerpo de niña yo hice mujer.
Y al amanecer en el lecho aquel, tu cuerpo pasaba de niña a mujer.
Y al amanecer en el lecho aquel, tu cuerpo de niña yo hice mujer.
Y al amanecer en el lecho aquel, tu cuerpo pasaba de niña a mujer.
Y al amanecer en el lecho aquel, tu cuerpo de niña yo hice mujer.
Y al amanecer en el lecho aquel, tu cuerpo pasaba de niña a mujer.
Y al amanecer, tu cuerpo de niña yo hice mujer.
Y al amanecer, tu cuerpo pasaba de niña a mujer.
Y al amanecer, tu cuerpo de niña yo lo hice mujer.
Y al amanecer.
