El corazón de las muñecas

Si siempre fuiste la más linda de tu clase Si te ponían por delante en cada foto Si te costaba todo menos que a nosotros Si eras Gatúbela en las fiestas de disfraces. Si te guiñaba un ojo el cura en los sermones Si tus caprichos se cumplían sin remedio Si eras la musa del poeta sin canciones Si la razón tocaba el timbre en tus pezones Si te mostraban la sonrisa los más serios del imperio Si medio mundo se callaba cuando hablabas Si decoraban según como te vestías Si todos te iban a cuidar cuando llorabas Si te sacaban a bailar los que querías. Si te creyeron de antemano tu inocencia Si acaparaste el beneficio de la duda Si nunca te engañaron con una promesa Si ya naciste con un puesto en esa empresa Si tus errores fueron de Fuenteovejuna, Que locura. Cómo voy a esperar, preciosa Que pienses otra cosa Distinta a tu manual El corazón de las muñecas Cumple con la receta de no latir nunca jamás. Si te criaron entre hadas y princesas Si te llenaron la cabeza de mentiras Si le firmaste en blanco a la Madre Teresa Si nunca sospechó de vos la policía. Si siempre fuiste la excepción a cada regla Si era lo mismo en Parque Chas o en Barcelona Si te ocultaban las tragedias más horrendas Si no escuchaste nunca al loco de la guerra Si no sabés muy bien lo que es quedarse sola, Pero sola. Cómo voy a esperar, preciosa Que pienses otra cosa Distinta a tu manual El corazón de las muñecas Cumple con la receta de no latir nunca jamás. Cuando el altar soñado en blanco de pureza Sea el mostrador donde sacrificar la presa Ante los ojos de esa gente indiferente Cuando el pasado sea una trampa del presente Y en los espejos ya no queden más respuestas, Más respuestas. Como vas a buscar culpables Si es demasiado tarde para mirar atrás El corazón de las muñecas Cumple con la receta de no latir nunca jamás, Nunca jamás.