Papi Dame la Mano

Al salir de la prisión, encontró el mundo cambiado Pasó la primera noche en un coche abandonado Escuchó voces extrañas, vio miradas desafiantes Y entonces reconoció que no era el mismo de antes y dijo Papi, dame la mano que tengo miedo Que tengo miedo, que tengo miedo Papi, dame la mano que tengo miedo Que tengo miedo, ay, que tengo miedo Consiguió dormir un rato en la noche misteriosa Soñó con tiempos mejores y con mujeres hermosas Se despertó trastornado y pensó por un momento Que tal vez era mejor haberse quedado adentro y dijo Papi, dame la mano que tengo miedo Que tengo miedo, que tengo miedo Papi, dame la mano que tengo miedo Que tengo miedo, ay, que tengo miedo (uh) Los locos y los enfermos, los poetas, los suicidas Llegaron, como fantasmas, a darle la bienvenida Sintió que no estaba solo, que ellos también compartían La canción desesperada y canto de la agonía, ay Papi, dame la mano que tengo miedo Que tengo miedo, ay, que tengo miedo Papi, dame la mano que tengo miedo Que tengo miedo, ay, que tengo miedo, oh-oh-oh-oh Papi, dame la mano que tengo miedo Ay, que tengo miedo, que tengo miedo Papi, dame la mano que tengo miedo Ay, que tengo miedo, ay, que tengo miedo Ay, papi, dame la mano, dame la mano Que tengo miedo