制作
出演艺人
Francisco Colmenero
表演者
作曲和作词
Francisco Colmenero
词曲作者
歌词
Juan el montero volvió muy tarde a su casa
Luego que entró, reprochó a su mujer que le
Hubiese dejado sin comer durante todo el día
—¡Cómo eres, mujer! Estuve comiendo fruta todo el tiempo
—Pero Juan, Catalina salió a buena hora a
Llevarte tus alimentos y aún no ha llegado
—De seguro se perdió. ¡Ah!
Pero al rayar el alba, Juan partió de nuevo rogando a su mujer
Que aquel día su hija Dorotea, la mediana, le llevara la comida
—¡Ah! Para que no se pierda Dorotea, iré
Dejando un rastro de lentejas por el camino
Y siguiendo las indicaciones del montero, Dorotea
Salió también como Catalina con el cestillo al brazo
Más lo mismo que su hermana, cuando ya se juzgó muy cerca del
Sitio donde su padre se encontraba, las lentejas desaparecieron
Del camino y la niña quedó perdida en medio de la selva
Quiso también volverse, pero pensando que ya era el segundo día
Que su padre se quedaba sin alimento, en vez de retroceder, avanzó
Y mientras más se internaba en el bosque, más perdida se veía
Las sombras de la noche la encontraron vagando
Entre los árboles, ya sin rumbo y bañada en lágrimas
Pero cuando su desolación era mayor, una luz comenzó a centellear a
Lo lejos y Dorotea comprendió que aquella luz provenía de una choza
Alentada un tanto, se encaminó a ella, llamó a la
Puerta y entró en la cabaña invitada por una voz
—¡Adentro!
El mismo anciano de cabellos blancos que la víspera había
Respondido a Catalina, estaba sentado en una silla y al
Ver a la joven, le hizo la misma pregunta que a su hermana
—¿Qué te trae por aquí?
Dorotea refirió también su lamentable aventura
Rogándole que le permitiese pasar ahí la noche
Y el viejo dirigiéndose al gallo, a la vaca y a la gallina, volvió
A pedirles su venia para que Dorotea pudiese dormir en la choza
Y como los tres animales la diesen
Dorotea dejó el cestillo y tomó asiento
—Mira, aquí hay de todo en abundancia
Pasa a la cocina y prepara la cena
Dorotea obedeció y momentos después ella y el anciano
Satisfacían el hambre sin que la joven pensara en el
Gallo, la vaca y la gallina que parecían pedir con los
Ojos algo que era para ellos de la mayor importancia
Concluida la cena, la niña subió a recogerse y
Una vez que se durmió, el viejo después de
Observarla con la linterna, la encerró en el desván
Juan el montero volvió a su casa disgustado otra vez
—Ni Catalina ni Dorotea han sido capaces de llevar a su
Padre la comida. Mañana la llevará Fuencisla que es la menor
Y la más inteligente de todas mis hijas. Esta vez regaré
El camino con guijarros para que no se los lleve el viento
Y al día siguiente, Fuencisla salió con el cesto
Los guijarros llegaron a faltar y se perdió también
Cuando fue de noche, la luz de la cabaña la hizo dirigirse
Hacia allá. Llamó a la puerta, entró y el anciano la
Invitó a que fuese a la cocina y preparase la cena
Fuencisla lo hizo todo a maravilla y una vez que
Puso la sopa en la mesa, dijo así al anciano
—Cuando gustéis, señor. Yo voy primero a dar su
Parte a estos tres animalitos que no pueden hablar
Y trayendo en abundancia maíz para el gallo y la gallina y
Heno para la vaca, los invitó cariñosamente a que comieran
Y luego les trajo agua abundante en un
Gran barreño que halló en los corrales
—Comed y bebed, queridas bestezuelas que no sabéis hablar
Pero aún no acababa de pronunciar estas palabras
Cuando un gran ruido se oyó en la cabaña
Las paredes de la choza se vinieron al suelo como si
Estuviera produciéndose un gran terremoto y de los
Escombros caídos por tierra surgió un soberbio castillo
Fuencisla se vio de pronto en un regio salón vestida como una
Reina y al lado de un hermoso y noble doncel que le decía
—Por disposición de un hada perversa, he sido vaca hasta hoy
Sólo cuando una joven como tú me dirigiese la palabra con cariño
Cesaría el encantamiento. Por ti me he salvado de él. Soy
Un príncipe poderosísimo y tú, si lo quieres, serás muy pronto
Mi esposa. Mañana haré traer aquí a tu padre y a tu madre
—¡Príncipe! ¿Y mis hermanas?
—Aquí están —repuso el príncipe señalando dos figuras de mármol
Que estaban sobre una mesa—. No tenían corazón. En vano la vaca
El gallo y la gallina les han pedido de comer. Nunca hicieron caso
En cambio tú eres de miel, hermosa Fuencisla. Tú serás feliz
Y os aseguro que lo fue
Yo tengo un abuelo
Que mucho lo quiero
Lo abrazo y lo beso
Me sabe escuchar
Es bueno y lo prefiero
Por ser buen compañero
Conozcan a mi abuelo
Todo él les va a gustar
El abuelo cuenta cuentos
¿Cuántos cuentos contará?
Si le digo que me cuente
Él no se hace de rogar
El abuelo cuenta cuentos
¿Cuántos cuentos contará?
Si le digo que me cuente
Él no se hace de rogar
Les dije a mis amigos
Que tú nos cuentas cuentos
Me dicen: "No te creo"
Y lo quieren comprobar
"Abuelo cuenta cuentos
Ya cuéntanos un cuento
Para que vean que es cierto
Que eres de verdad"
El abuelo cuenta cuentos
¿Cuántos cuentos contará?
Si le digo que me cuente
Él no se hace de rogar
El abuelo cuenta cuentos
¿Cuántos cuentos contará?
Si le digo que me cuente
Él no se hace de rogar
Gracias, abuelo
Written by: Francisco Colmenero

