León de Sión

El León de Sión

El León de Sión

Acto 1, La tormenta que se avecina

Cuando espesas sombras cubrieron el valle del tiempo y los hombres temblaron bajo el clima opresivo del pecado

Una trompeta sonó desde la cúpula celestial. El León se agitó y rasgó el velo de oscuridad

Desde el monte de Sión saltó, con gracia de ojos de fuego, una corona de estrellas ardió sobre su rostro

Su melena era dorada, Su rugido el grito del trueno, Sus patas como bronce, Su ira ningún enemigo podía contener

Entonces habló así a las almas en batalla: ¡Oh guerreros míos, no desesperéis ni olvidéis!

Ponte la armadura de Dios, forjada en llama santa, y permanece conmigo en victoria, no en vergüenza

El León de Sión

El León de Sión

Acto 2, Los maestros de armadura

Primero, se pusieron el Cinturón de la Verdad alrededor de su cintura, para que las mentiras huyeran y la falsedad quedara fuera de lugar

Entonces la coraza de justicia divina protegió sus corazones de todo designio inmundo

Sus pies estaban calzados con la feria del evangelio de la paz, para que pudieran atravesar la guerra con santo cuidado

La fe era su escudo, para apagar los dardos del infierno

Ningún rencor ardiente podría romper esa concha sagrada

Sobre sus cabezas brillaba el yelmo de la Salvación, un faro contra los planes sutiles de la serpiente

Y en sus manos, la Espada del Espíritu tan afilada: La Palabra de Dios, que golpea hasta lo más profundo de la médula

El León de Sión

El León de Sión

Acto 3, La batalla iniciada

Entonces se levantó la marea de la horda de la rebelión oscura, con demonios sombríos y tentadores a montones

Pero el León rugió y la tierra misma tembló, y todos los demonios abandonaron su suelo maldito

Entonces, juntos los santos se levantaron y lucharon, el aliento del León mantuvo viva su esperanza

Cada golpe que asestaron con espada, palabra y oración rasgó el velo y limpió el aire contaminado

A través del fuego y la tormenta, mantuvieron la línea de batalla, su fuerza no era suya, sino prestada por Uno divino

Y cuando el enemigo final fue encadenado, el León se alzó triunfante sobre los muertos

El León de Sión

El León de Sión

Acto 4, El final glorioso

Ahora la paz florece donde antes crecieron las zarzas, y la luz ha ahuyentado a la oscuridad de la vista de los mortales

Los santos descansan, pero aún así su armadura brilla, porque la verdad y la fe son más que sueños pasajeros

El León camina con ellos en campos de oro, se canta su historia y se vuelve a contar su victoria

Y nosotros, los que oímos, cobramos ánimo y alzamos la vara, porque no luchamos solos, sino con nuestro Dios, el León de Sión

El León de Sión

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De Sión

Sión